El ayuno intermitente es una práctica muy “de moda”; se trata de intercalar períodos de ayuno con períodos de ingesta.
Existen varias formas de realizarlo; las más populares de realizarlo son:
1.- AYUNO INTERMITENTE 16:8
Consiste en ayunar 16 horas seguidas y comer durante las 8 siguientes.
2.- AYUNO INTERMITENTE 12:12
En este caso, se hace ayuno de 12 horas y se come durante el periodo de las otras 12 horas.
3.- AYUNO 20:4 O DIETA “DEL GUERRERO”
En esta variante, se come muy poco (pequeñas raciones de verduras crudas y/o frutas) durante 20 horas y se hace una comida grande por la noche.
4.- AYUNO 5:2O”
Durante 5 días se come regularmente y los otros 2 días de la semana se toman, como mucho, 500-600 calorías. En este caso, se recomienda que los 2 días de ayuno no sean consecutivos.
5.- AYUNO DÍAS ALTERNOS
Se hace ayuno absoluto 1 ó 2 días a la semana y el resto de los días, se come normalmente.
Durante los períodos de ayuno es muy importante hidratarse de forma correcta. Está permitido, además del agua, el té, el café, las infusiones……
Aunque en ninguna de las variantes se especifica lo que se puede comer y lo que no ni cuánto sino “cuando”, no se trata de darse “atracones” o de comer pizzas, fritos, alimentos procesados…durante los períodos en los que se come. Es fundamental que la alimentación sea sana y equilibrada eligiendo frutas, verduras, hortalizas, grasas saludables y proteínas de calidad. Esto, sumado a que el ayuno intermitente no es aconsejable para todo el mundo, supone que si se decide seguirlo hay que ponerse en manos de un especialista en nutrición que valorará la conveniencia o no del método y en caso de hacerlo, personalizará el plan de ayuno más conveniente teniendo en cuenta varios factores ya que si no está bien planificado puede tener consecuencias como deshidratación, carencias nutricionales, alteración de nuestra relación con la comida…